Los baños de la Reina

Los baños de la Reina

sábado, 16 de octubre de 2010

Problemas

Érase una vez un sabio muy conocido que vivía en una montaña del Himalaya. Cansado de convivir con los hombres, había optado por una vida sencilla, y pasaba la mayor parte de su tiempo meditando.




Este sabio, como era un hombre muy compasivo, no dejaba de dar un consejo aquí y otro allá. A pesar de todo, éstos aparecían en grupos cada vez mayores y, en cierta ocasión, una multitud se agolpó a su puerta diciendo que en el periódico local se habían publicado que el sabía cómo superar las dificultades de la vida.



El sabio les pidió a todos que se sentasen y esperasen. Cuando ya no quedaba espacio para nadie más, él se dirigió a la muchedumbre que esperaba frente a su puerta:



-Os os voy a dar la respuesta que todos queréis. Pero debéis prometerme que, a medida que vuestros problemas se solucionen, les diréis a los nuevos peregrinos que me fui de aquí, de manera que yo pueda continuar viviendo en la soledad que tanto anhelo.Contadme vuestros problemas.



Alguien comenzó a hablar, pero fue inmediatamente interrumpido por otras personas, ya que sabían que aquélla era la última audiencia pública que el hombre santo daría, y temían que no tuviera tiempo de escucharlos a todos.El sabio dejó que la escena se prolongase un poco más, y por fin gritó:

-¡Silencio! Escribid vuestros problemas y dejad los papeles aquí, frente a mí.



Cuando todos terminaron, el sabio mezcló todos los papeles en una cesta, pidiendo a continuación:



-Id pasando esta cesta de mano en mano, y que cada uno saque un papel y lo lea. Entonces podréis cambiar vuestro problema por el que os ha tocado, o pedir que os devuelvan el papel con el problema que escribisteis originalmente.



Todos los presentes fueron tomando una de las hojas de papel, la leyeron, y quedaron horrorizados. Sacaron como conclusión que aquello que habían escrito, por muy malo que fuese, no era tan serio como lo que afligía a sus vecinos. Dos horas después, intercambiaron los papeles, y cada uno volvió a meter en su bolsillo su problema personal, aliviado al saber que su aflicción no era tan dura como se imaginaba.



Agradecieron la lección, bajaron la montaña con la seguridad de que eran más felices que los demás, y –cumpliendo el juramento realizado- nunca más permitieron que nadie perturbase la paz de aquel hombre santo.


Paulo Coelho

jueves, 14 de octubre de 2010

Pato o Aguila

Me encantan el pato. . . almendrado y uno de mis animales preferidos es el águila: pónganse "truchas". . .


Los patos hacen ruido – Las Águilas vuelan



Esta es una bella historia acerca de un taxista que prueba por que es diferente que los demás:



Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salio del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi.



Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy Willy, su chofer. Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.



Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy:"Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable"



Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una mancha!!

Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo, "Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado". Rodrigo bromeando le dijo: "No, preferiría un refresco" Willy sonrío y dijo: "No hay problema tengo un hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja". Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: "Tomare la Cola dietética"

Pasándole su bebida, Willy le dijo, "Si desea usted algo para leer, tengo el Reforma, Esto, Novedades y Selecciones."



Al comenzar el viaje, Willy le paso a Rodrigo otro cartón plastificado, "Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio"

Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenia el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus meditaciones. ...



"Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus clientes así?"

Willy sonrió a través del espejo retrovisor. "No, no siempre. De hecho solamente los últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un "Gurú" del desarrollo personal. El acababa de escribir un libro llamado "Tú lo obtendrás cuando creas en ello". Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. El decía: Deja de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo".

"Esto me llego aquí, en medio de los ojos", dijo Willy. "Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes. los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios".



"Se nota que los cambios te han pagado", le dijo Rodrigo.



"Si, seguro que si", le dijo Willy. "Mi primer año de águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio".

Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.



Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería..



Willy el taxista, tomo una diferente alternativa:



El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas..



No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, Un servidor publico,"político",ejecutivo, empresario, empleado, profesionista o ama de casa ¿Cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima de los otros?



Recuerda: ES TU DECISIÓN Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA;





Atentamente,



Un pato dispuesto a ser águila... que pases un feliz día =)

Las Mamas son Cabronas

Federico vivía, en un departamento con su amiga Karla. Ante los


ojos de la familia de Federico, Karla y él solo compartían el departamento... nadie podía comprobar otra cosa.

Un día, Federico invita a su madre a cenar una noche a su departamento de soltero.

Durante la cena la madre no pudo quitar su atención en lo hermosa que era Karla, la compañera de apartamento de su hijo.

Durante mucho tiempo ella había tenido sospechas de que su hijo tenia relación con Karla y al verla, la sospecha no pudo sino acrecentarse.

En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en que los dos se comportaban, se pregunto si estarían acostándose.

Leyendo a su madre el pensamiento Federico le dijo:

— Mamá, se lo que estas pensando, pero te aseguro que Karla y yo solo somos compañeros de apartamento.



Aproximadamente una semana después, Karla le comento a Federico que desde el día en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir las salsas.



Federico contesto que, conociendo a su madre, dudaba que ella se lo hubiese llevado pero que le escribiría una nota y que la dejaria en un lugar visible en la casa de su madre...

En la puerta del refrigerador. Así que se sentó y escribió:

Querida Mamá, no estoy diciendo que tu tomaste el cucharón de plata de servir salsas pero tampoco estoy diciendo que no lo hicieras, pero el hecho es que este ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a mi departamento.

Con todo cariño Federico.







Unos días mas tarde, sobre su escritorio Federico encontró

una nota de su madre que decía:



Querido hijo, no estoy diciendo que te acuestes con Karla o que no te acuestes con ella, pero el hecho es que si Karla se acostara en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata para servir salsas, que yo puse bajo sus sabanas.

Con todo cariño, Tu Mamá.





MORALEJA:



¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ A TU

MAMÁ NO LA HACES PENDEJA!!!!!!!!!!!